Parejas que no oyen

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Un problema muy común en las parejas es la falta de comunicación, muchas personas se quejan de que su pareja no los escucha, pero, ¿qué tal que tu pareja no te oye?

Si tu pareja no oye y tú sí, ¿crees que sea posible que tu relación sea duradera?

Hay personas que piensan que una relación entre un oyente y una persona con discapacidad auditiva no es posible, otros opinan que sí lo es, otros dicen que depende de si la persona perdió su audición durante la relación, y todos tienen algo de razón.

Si tienes discapacidad auditiva y tu pareja también, tendrán un gran camino recorrido, pues no tienes que explicarle todo lo que para ti resulta incómodo o difícil de llevar a cabo por lo limitante que es el no escuchar.  Como pareja tendrán un gran círculo de amistades con esta discapacidad y no batallarán con el tema social.  Si quieres ir al cine, ambos buscarán películas subtituladas y evitarán los lugares en los que no se pueden comunicar.

Si cuando conociste a tu pareja ya tenías discapacidad auditiva, la persona aprende desde un principio a comunicarse contigo, a traducirte las pláticas de sus amigos oyentes para que tú entiendas de qué están hablando, a hablarte siempre viéndote a la cara para asegurarse de que lo escuchas, a no llamarte cuando estás de espaldas y todas aquellas cosas que ayudarán a que la comunicación sea constante entre los dos.

Pero, ¿qué tal que tu pareja te conoció oyente y después perdiste tu audición?  Esta es mi historia, mi ahora marido me conoció oyente y en el transcurso de los años me convertí en otra persona, porque el silencio me transformó.

De ser una persona independiente y sociable a la que le encantaba salir, bailar en las fiestas, comer en restaurantes, poco a poco me fui convirtiendo en una persona dependiente y poco sociable a la que ya no le gustaba ir a reuniones, comer en restaurantes ruidosos y quien hasta dejó de bailar.

Las principales quejas de nuestras parejas oyentes son que no nos esforzamos lo suficiente, que sólo escuchamos lo que nos conviene y que nos gusta ser dependientes.

Vamos a ponernos en los zapatos de los oyentes, imagina vivir con alguien a quien le tienes que repetir cada frase, cada palabra, varias veces, hasta que entienda lo que estás diciendo.

Los oyentes quieren ir a fiestas, divertirse, platicar con sus amigos y que su pareja los acompañe y se divierta con ellos.

Ahora enfrentemos la realidad, como personas con discapacidad auditiva no podemos tener una vida social de oyente.  El participar en una reunión con muchas personas nos resulta desesperante, pues terminamos por no entender nada y sonreír cuando nos hablan para que no se den cuenta de que ya dejamos la conversación hace mucho.  Esto para nosotros es humillante y angustiante y es por ello que dejamos de participar en la vida social.

Nuestras parejas oyentes deben entender que no hacemos las cosas a propósito, que si no los escuchamos es porque no podemos escucharlos, no porque no queremos hacerlo; si no queremos asistir a reuniones es porque no queremos sentirnos avergonzados ni aislados, no es porque no queramos esforzarnos en llevar una vida social de pareja.

Yo si creo que las relaciones entre oyentes y no oyentes pueden funcionar, considero que son relaciones difíciles como cualquier otra y que la comunicación es muy importante para lograr que nuestra pareja entienda lo que nos pasa.

Y para los oyentes, el vivir con alguien con discapacidad auditiva puede ser muy frustrante, pero al mismo tiempo puede ser una experiencia única, depende de si ves la discapacidad de tu pareja como un problema o como una característica de su persona.

Y tú, ¿crees que las relaciones entre oyentes y personas con discapacidad auditiva pueden funcionar?

5 Pensamientos

  1. Por supuesto, puedes enamorarte de cualquier persona con cualquier discapacidad. En el caso de que esa discapacidad se adquiera una vez la relación está empezada, juntos se puede conseguir, es más complicado, pero sí, se puede conseguir.
    Además, creo que es mucho más dificil una relación entre oyentes que no se saben escuchar entre ellos.
    Un saludo. Muy buen artículo.

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