Encontrar las palabras correctas para describir la discapacidad auditiva resulta difícil, pues no es tan sencillo como decir que oyes o no oyes, o que oyes pero con menos volumen.
La forma en que se me ocurre explicarlo es pidiéndote que imagines que tu oído tiene un ecualizador. Cuando tu audición es normal los sonidos agudos, medios y bajos se encuentran balanceados, pero cuando empiezas a perderla, los sonidos agudos y medios comienzan a bajar. Los sonidos bajos también se reducen pero en menor medida y son los que más escuchamos.
He participado como ponente en pláticas sobre la salud auditiva y el público generalmente me pregunta si oigo, cuando respondo que sí, les resulta confuso.
Entonces utilizo simuladores de pérdida auditiva para que entiendan cómo percibo el sonido.
La primera vez que encontré un simulador de pérdida auditiva, se lo mostré a mis hijos. El simulador tenía tres opciones para escuchar una conversación, que eran pérdida leve, moderada y grave-profunda.
Juntos escuchamos las primeras dos modalidades y antes de elegir “pérdida grave-profunda”, les expliqué que ese era el grado de mi problema de audición.
Cuando terminó de sonar el simulador, mi hija me preguntó:
-¿Así oyes?
-Yo creo que sí, le respondí.
Pude notar en su rostro la angustia que le había causado escuchar la grabación.
-¡Ay mamá!, exclamó y me rodeó con sus bracitos.
Si alguien cercano a ti tiene pérdida de audición, te invito a escuchar el simulador dando clic al siguiente link.
https://www.hear-the-world.com/en/knowledge/hearing-loss/what-hearing-loss-sounds-like
Así es como yo te escucho.